¿Sientes que las grandes innovaciones se producen mucho más rápido estos días que en otras épocas? ¿Crees que, más que lo que hacemos o cómo lo hacemos, estas innovaciones han cambiado incluso quiénes somos?

¿Se da cuenta de que las relaciones entre los países, las empresas y la sociedad son cada vez más estrechas y están más interconectadas? Pues bien, debes saber que esto está ocurriendo realmente y, según Klaus Schwab, esto es exactamente lo que indica que estamos viviendo la Cuarta Revolución Industrial. 

Descubre en este resumen las causas, los efectos y cómo todo esto puede notarse en tu día a día.

Sobre el libro “La Cuarta Revolución Industrial”

El libro fue lanzado en 2016 y tiene 224 páginas. Su versión en español fue publicada por la editora Debate. Está dividido en tres capítulos, más un apéndice, que detalla cada uno de los 21 cambios que se mencionan, aportando sus posibles puntos positivos y negativos y casos en los que ya se están poniendo en práctica. 

La obra fue producida a partir de los debates y colaboraciones en la reunión anual del Foro Económico Mundial de 2015. 

Para que pudiera estar terminado en menos de tres meses, antes de la reunión de 2016, el libro contó con la colaboración de personas de todo el mundo. Como dice el escritor, “esto refleja realmente el entorno dinámico y acelerado de la cuarta revolución industrial”.

El alemán Klaus Schwab es doctor en Economía por la Universidad de Friburgo y en Ingeniería por el Instituto Federal de Tecnología de Zúrich. 

También tiene un máster en Administración Pública por la Kennedy School of Government de la Universidad de Harvard. Además, es fundador y Presidente Ejecutivo del Foro Económico Mundial.

En palabras del autor, el libro fue escrito para todos “los que se interesan por nuestro futuro, los que se comprometen a aprovechar las oportunidades de este cambio revolucionario para hacer del mundo un lugar mejor”.

Los líderes y directores de empresas pueden sacar un gran provecho de los valiosos consejos sobre cómo adaptarse a los cambios del mercado de trabajo. Además, aprenderán a dominar los advenimientos de la Cuarta Revolución Industrial para extraer el máximo de lo que pueden ofrecer.



Ideas principales del libro “La Cuarta Revolución Industrial”

Aprender continuamente, adaptarse y desafiar tus propios modelos;

La economía bajo demanda aumenta la eficiencia y la productividad;

“Filosofía ‘por siempre en versión beta’ (siempre en evolución)”;

Pensamiento estratégico sobre las innovaciones, en lugar de lineal;

Colaboración entre las partes interesadas e incluso entre los “competidores”.

Schwab inicia los debates sobre la cuarta revolución industrial respondiendo a algunas preguntas básicas, como qué es, cuándo empezó y los retos que traerá.

Basada en la revolución digital, empezó con el cambio de siglo y se caracteriza por una Internet omnipresente y más móvil. 

También es llamada Industria 4.0, un término acuñado en 2011 en la Feria de Hannover.

El capital de las empresas se muestra menos importante que en otras revoluciones industriales. Empresas como WhatsApp e Instagram no necesitaron mucha inversión para empezar. Lograron su éxito siendo disruptores tecnológicos.

Otros ejemplos, como Airbnb, Uber y Alibaba, que eran desconocidos hasta hace unos años, muestran cómo el desarrollo de empresas innovadoras es cada vez más rápido. El iPhone, en sólo ocho años de existencia, ya había alcanzado los dos mil millones de unidades en todo el mundo.

El coste de las tecnologías utilizadas también disminuye a medida que se desarrollan. En la época en que se publicó el libro, el coste de 1 GB de almacenamiento era, de media, inferior a los US$0,03 al año. Veinte años antes, eran US$10.000.

La cuarta revolución ya es un movimiento real e inevitable. Según el autor, en todas las empresas, sin excepción, la pregunta ya no es “¿Habrá disrupción en mi empresa?”, sino “¿Cuándo se producirá la disrupción, cuánto tiempo durará y cómo afectará a mí y a mi organización?”.

Una revolución física, digital y biológica

Para enumerar las tendencias que identifican los avances tecnológicos de la cuarta revolución industrial, Schwab las divide en tres categorías, que se relacionan y benefician del progreso de las demás.

La categoría física abarca tecnologías como los vehículos autónomos, la impresión 3D y la robótica avanzada. Tres ejemplos que ya no son raros de encontrar siendo utilizados actualmente.

La categoría digital también ha estado en evidencia, con el blockchain, la tecnología utilizada por los populares Bitcoin y NFT. 

También tenemos los ejemplos del Internet de las Cosas, que funciona como puente entre esta categoría y la anterior, y la economía bajo demanda, que genera relaciones comerciales de confianza, a bajo coste y ofrece una gran variedad de productos y servicios. Estos son los casos de las tres empresas mencionadas en el capítulo anterior.

Por último, la categoría biológica, y quizás la más controvertida, trae consigo avances como la secuenciación genética, la edición de genes y, en el futuro, incluso la creación de organismos “personalizados”.

Para especificar mejor de qué se trata en esta parte, el autor trae un informe publicado en 2015, por el Foro Económico Mundial, que identifica 21 puntos de inflexión (momentos en los que ciertos avances llegan a la sociedad) que marcarán el futuro.

Este informe se ha elaborado mediante una encuesta a más de 800 ejecutivos y expertos del sector de las tecnologías de la información y la comunicación. Aquí están los 21 puntos y el porcentaje de encuestados que esperan ver estos avances para el año 2025:

El 10% de las personas con ropas conectadas a Internet (91,2% de los encuestados);

El 90% de las personas con almacenamiento ilimitado y gratuito (91%);

1 billón de sensores conectados a Internet (89,2%);

El primer farmacéutico robótico de los Estados Unidos (86,5%);

El 10% de las gafas de lectura conectadas a Internet (85,5%);

El 80% de las personas con presencia digital en Internet (84,4%);

Producción del primer coche impreso en 3D (84,1%);

El primer gobierno que sustituye el censo por fuentes de Big Data (82,9%);

El primer teléfono móvil implantable disponible en el mercado (81,7%);

El 5% de los productos, impresos en 3D, a los consumidores (81,1%);

El 90% de la población dispone de smartphones (80,7%);

El 90% de la población con acceso regular a Internet (78,8%);

Los coches sin conductor alcanzarán el 10% de todos los coches en uso en los Estados Unidos (78,2%);

El primer trasplante de hígado impreso en 3D (76,4%);

El 30% de las auditorías corporativas realizadas por IA (75,4%);

Primera recaudación de impuestos a través de una blockchain (73,1%);

Más del 50% del tráfico de Internet centrado en los utilitarios y dispositivos domésticos (69,9%);

A nivel mundial, son más los que viajan en coche compartido que en coche privado (67,2%);

La primera ciudad sin semáforos con más de 50.000 habitantes (63,7%);

El 10% del Producto Interno Bruto mundial almacenado por la tecnología blockchain (57,9%);

 La primera máquina de IA en un consejo de administración (45,2%).

Aunque deja claro en todo momento que no es posible predecir con certeza lo que ocurrirá, Schwab se propone analizar los impactos que habrán en la economía, en los negocios, en los gobiernos, en la sociedad y en el individuo.

En todos los ámbitos, la palabra “empoderamiento” es fundamental. Todas las relaciones dependen de otra parte, y es importante que haya colaboración entre los implicados para sacar lo mejor de ellas.

Debido a las desigualdades que han asolado el mundo durante mucho tiempo, la brecha salarial entre hombres y mujeres, por ejemplo, puede aumentar aún más. Además, alrededor del 47% de los puestos de trabajo en los EE. UU. están en peligro debido a la automatización. 

El autor analiza que los principales beneficiarios de la cuarta revolución industrial son los proveedores de capital intelectual o físico: los innovadores, los inversores y los accionistas. 

Muestra su preocupación por el hecho de que apenas una minoría alcance la satisfacción profesional. Las generaciones más jóvenes empiezan a buscar una “integración profesional armoniosa” en lugar de un simple equilibrio, y los empleos corporativos pueden acabar minando su búsqueda de objetivos.

En los negocios, hay cuatro impactos principales:

Los datos mejoran los productos y aumentan la productividad;

La formación de nuevas asociaciones, cuando las empresas aprenden la importancia de la colaboración;

Los modelos operativos se están transformando en nuevos modelos digitales.

Para ser capaz de adaptarse a las innovaciones, el autor indica el uso de cuatro tipos de inteligencia:

La inteligencia contextual se ocupa de cómo comprender y aplicar los conocimientos. Permite anticiparse a las tendencias;

La inteligencia emocional se refiere a la forma de procesar los sentimientos y a la relación con los demás y con uno mismo. Ayuda a innovar y a ser un agente de cambio;

La inteligencia inspirada trabaja en cómo manejar el sentimiento de individualidad, el propósito compartido y la confianza, una virtud importante para el trabajo en equipo;

Por último, la inteligencia física proviene del cultivo de la salud y el bienestar personal, aportando la energía necesaria para los procesos. Se necesitan “nervios de acero” para gestionar retos tan complejos.

En un mundo caracterizado por la incertidumbre, la capacidad de adaptación es clave – cuando una empresa no es capaz de moverse en la curva, corre el riesgo de ser arrojada fuera de ella.

Por último, también es importante saber cuándo hay que bajar el ritmo y simplemente estar en silencio. Con tantas cosas nuevas todo el tiempo, es fácil sobrecargarse y ponerse en un estado de estrés constante. 

El autor cita a Herbert Simon, Premio Nobel de Economía en 1978: “Una riqueza en información crea una pobreza en la atención”.

En el libro “Gestão do Amanhã”, Sandro Magaldi y José Salibi Neto enseñan que tu empresa necesita tener dos motores de crecimiento, el de la mejora continua y el de la innovación.

En “What To Do When Machines Do Everything”, los autores Malcolm Frank, Paul Roehrig y Ben Pring reflexionan: “En 2030, recordaremos muchos aspectos de la sociedad actual y pensaremos: '¿Cómo lo soportamos?”.

La autora Martha Gabriel señala en el libro “Você, Eu e os Robôs”  que lo que realmente importa en una revolución tecnológica no es la tecnología en sí, sino cómo afecta y provoca cambios en nuestras vidas.

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La Cuarta Revolución Industrial - Klaus Schwab

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