
¿Alguna vez te has preguntado por qué no puedes completar ciertas demandas, incluso cuando estás planificando con base en metodologías de producción? ¡A menudo el problema es más sencillo de lo que parece y no tiene nada que ver con los números!
Hablamos de líderes eficientes que, gestionando un equipo de forma adecuada, lo conducen al éxito, tanto empresarial, en relación con los beneficios, como personal, considerando a los individuos del grupo y sus emociones en el proceso.
El libro El liderazgo según Confucio reúne las enseñanzas de uno de los filósofos chinos más famosos, Confucio, y de un experto en formación de liderazgo actual, John Adair. Juntando así, la idea y la ejecución, podemos obtener insights del liderazgo milenario y de la sabiduría china.
¿Estás preparado para conocer las mejores estrategias para ser un líder de éxito? ¡Vamos a entenderlo juntos!
El contenido de la obra “El liderazgo según Confucio” aporta las ideas tratadas en las “Analectas” para mostrar qué cualidades son necesarias para llegar a ser un líder, y además tiene como guía un gran nombre en el ámbito del liderazgo para relacionar estas enseñanzas con la actualidad.
Publicado en 2014, el libro contiene 192 páginas, distribuidas en 2 partes que a su vez se subdividen en 5 temas más. “Confucious on Leadership” es el nombre original de la obra que segmenta en detalle las lecciones de liderazgo que todo el mundo debería conocer y aplicar.
Uno de los grandes nombres del liderazgo actual, John Adair, es un consultor internacional y está considerado como una de las 40 personas del mundo que más han contribuido al desarrollo de la teoría y la práctica de la administración.
Ha estudiado y se ha especializado en grandes y reconocidas universidades como: Cambridge, King’s College y Oxford.. También ha escrito libros de éxito como: “No jefes sino líderes: El camino hacia el éxito” y “How to Lead Effectively”.
Tanto si quieres perfeccionarte, o si necesitas cambiar tu forma de trabajar lidiando más eficazmente con los problemas del día a día, este libro te ayudará.
“El liderazgo según Confucio” detalla cómo pueden formarse los líderes y ayuda a quienes aspiran a serlo. Ya sea en un entorno empresarial, o fuera de él, todos deberían aprender o mejorar su liderazgo positivo.
Antes de iniciar este viaje, mezclando la contemporaneidad con John Adair y el conocimiento de la antigua China con Confucio (Kung Ch’iu o Kung Fu Tzu), así llamado en su tierra natal, debemos entender de quién vamos a aprender.
Kung-Tzu (Maestro Kung), nació en el año 552 o 551 a.C. y vivió en el período de la Primavera Otoñal de China. Procedente de una familia noble, sin embargo, creció en circunstancias humildes, trabajando como pastor y también en cargos públicos.
El imperialismo chino seguía reinando y el filósofo era muy partidario de esta jerarquización, sin embargo, de ahí surgió su crítica al liderazgo, ya que muchos nacían en esta posición sin saber realmente cómo liderar.
Sus enseñanzas fueron diversas, y el confucianismo es el resultado de ello, pero en este resumen nos centraremos en cómo el sabio maestro chino veía la importancia de un buen líder. Cabe destacar que aún hoy vemos su influencia, especialmente en la sociedad china, que como sabemos se ha convertido en una gran potencia económica.
“Las palabras tienen poder”, ¿cuántas veces lo hemos oído? ¿Y cuántas veces hemos dudado de esta afirmación? Esta vez se utilizará de una manera más metódica y menos mística, porque las palabras sí tienen poder y, por lo tanto, hay que poner los significados correctos en cada una de ellas.
El autor explica cómo debemos entender tres palabras que crean la base de lo que vamos a discutir aquí, estas son: líder, liderar y liderazgo. Por lo tanto, las segmentaremos y observaremos sus significados, tal como se ve en el libro.
Si adoptamos un enfoque más técnico, la palabra “líder” tiene su origen en leader del inglés, adaptada al vocabulario de otras naciones, incluido el chino más adelante.
Por otro lado, “liderar” viene de lead, también del inglés, aportando una idea de camino y guía. Por último, leadership (liderazgo) puede utilizarse como presencia de capacidad o como posición de poder.
Ahora, en la práctica, ¿cómo relacionamos estas tres palabras para dar sentido a las estrategias de liderazgo?
En primer lugar, tenemos al líder (la persona), luego al liderar (mostrar el camino) y, por último, el liderazgo (capacidad y posición de poder). Si lo juntamos, obtenemos la siguiente afirmación: líder es aquel que toma el liderazgo para guiar el camino.
Siendo conscientes de su significado, podemos entonces empezar a entender los 3 círculos que guían la demanda del equipo.
Este secreto es sencillo y al mismo tiempo complejo, porque lo único que hay que hacer es ¡no ser un jarrón! No te equivoques, hay muchos jarrones en nuestra vida y es más difícil de lo que parece no convertirse en uno, voy a explicarte el motivo.
La cultura china cree en el simbolismo de las palabras, así que no te tomes de forma literal lo que se ha dicho antes. Un jarrón es un recipiente hueco donde se deposita un líquido, es decir, tiene una función muy concreta que representa una especialización evidente.
Por ello, en su camino hacia la especialización se encontrará con dos opciones más adelante: seguir siendo especialista, reduciendo sus conocimientos, o cambiar a generalista, abarcando más conocimientos distintos.
Confucio creía que alguien con poder – un líder – nunca debe limitarse a una sola cosa, sino que debe tener la mente abierta a todo lo que el conocimiento pueda ofrecer. De este modo, podría asumir la complicada tarea de gestionar grupos con demandas internas.
Estas exigencias planteadas por John Adair se subdividen en tres círculos:
Fuente: Libro “El liderazgo según Confucio” - página 35
Todo lo que el equipo debe hacer para conseguir resultados está incluido en la parte de “tareas”. El líder necesita aplicarlas de forma que los tres círculos se vean afectados de forma positiva, por lo que es necesario realizar funciones como: fijar las metas, controlar, planificar, animar, entre otras.
En esta etapa la organización es esencial, las metas deben llegar al propósito final y de ahí sacar objetivos alcanzables para el grupo. El espíritu del “dicho y hecho”, así llamado en el libro, es la base para que este plan sea exitoso, generando un buen ejemplo que todos deben seguir y llevar al compromiso.
Hay que recordar que los planes deben hacerse con firmeza, pero sin enyesar hasta el punto de perder tu flexibilidad. Porque, muchas veces, el cambio es necesario.
Un buen líder está entre aquellos a los que manda, sabemos cómo las enseñanzas de los grandes generales son extremadamente bien consideradas y estratégicas, pero además, fueron buenos líderes para sus soldados, transmitiendo y formando un sentido de identificación y comunidad donde el líder no es inalcanzable.
Así creamos una fuerza bien integrada que genera buenos resultados, no basta con tener personas cualificadas, sino un entorno en el que estos individuos selectos se complementen, se relacionen y trabajen por el objetivo.
Incluso ante esta afirmación, hay que tener cuidado, porque los miembros no deben ser extremadamente dependientes del líder. John Adair las describe como si tuvieran una relación de interdependencia, es decir, funcionan y rinden mejor cuando están dirigidas, pero pueden seguir adelante sin un comandante durante un tiempo.
Ante todo, cada uno de nosotros somos seres independientes del ciclo de liderazgo, poseemos necesidades humanas básicas que conforman la parte principal del 3 círculo. Antiguamente se trataba sobre todo de alimentos, hoy en día se cambian por el sueldo, es a partir de él que el individuo garantiza su comodidad y los materiales indispensables.
De este modo, se asegura una recompensa satisfactoria al servicio que cada uno ofrece, logrando el cumplimiento de una de las bases de la felicidad individual. Esto también implica la parte de las promociones, ¡no tengas miedo de promocionar a los que demuestran constantemente su valía!
Terminando los 3 círculos, llegamos a la cuestión de la valoración del individuo. Sin este paso, condicionas a tu equipo a la exclusión, porque todos quieren ser escuchados. Al dar oportunidad a las opiniones de los demás es más fácil poner en práctica nuevas ideas, porque todos han participado en la decisión.
Un líder necesita tener entusiasmo para contagiar e influir en todos los que le rodean. Según el libro, su etimología viene de enthousiasmos (griego), que significa estar poseído por un dios, o estar inspirado – para Confucio el tipo de inspiración era el que se entrega de todo corazón a lo que está produciendo.
Es posiblemente una de las tareas más difíciles de realizar, al fin y al cabo somos humanos y hay veces que nos apetece llegar a casa y descansar. Por lo tanto, recuerda que tener momentos de desmotivación y cansancio no causará problemas hasta que se convierta en la norma y no en la excepción.
Analizando estos entusiasmos, podemos ver que ser un líder no se limita al cargo que uno ocupa. A menudo podemos ver personas en puestos de alta jerarquía, pero que carecen del entusiasmo que motiva al grupo.
El libro destaca la importancia de la moralidad de un individuo que se pone en la posición de liderazgo. En el pensamiento de Confucio, la integridad es la base fundamental de todo líder, sólo ella no lleva a ninguna parte, pero sin ella todo lo que se hace se vuelve fútil.
Por lo tanto, si quieres conseguir funcionalidad y honestidad de los empleados, tienes que mostrar el mismo comportamiento. Podemos ejemplificar esta idea con un proverbio chino escrito en el libro:
“El que sacrifica su conciencia a la ambición quema una pintura para obtener las cenizas.”
Si todo te ha parecido plausible hasta ahora, entonces vamos a barajar tu cabeza con esta parte. ¿Cómo podemos tener estas 3 características al mismo tiempo? ¿Y cómo sabemos cómo hacer cumplir ese límite?
La respuesta a esto es algo sencillo: ¡es imposible! Tomamos estas palabras como una verdad, después de todo, hay que tener la imponencia para saber que debes ser escuchado, duro de corregir y, al mismo tiempo, mostrarte como una persona fácil y agradable de seguir.
En teoría, todo encaja perfectamente, pero sabemos que no ocurre de esta manera. Los líderes no son sobrehumanos, así que hacer el trabajo de ser duros, con ligereza y gracia, es casi una broma. Pero podemos considerar un ejemplo citado por el autor, que sigue un viejo proverbio italiano: al pedir lo imposible obtendrás lo mejor posible.
Esta afirmación es válida para varias áreas tratadas en el libro, pero es especialmente interesante cuando se aplica a las más teóricas. Lo que debemos tener en cuenta en este caso específico es que todo gira en torno al equilibrio, aunque sea difícil aplicarlo.
Según el filósofo chino, quien lidera debe ser el ejemplo vivo de la bondad, una cualidad humana que conecta a las personas.
El líder trata con las personas, por lo que esta característica se considera bastante virtuosa. El simple hecho de ser exigente y duro para generar ritmo y consistencia en el trabajo, no significa que deba ser frío y calculador.
Si eliminamos esta cualidad de los principios, tendremos un tirano en nuestras manos. Aquel que fuerza, toma el poder y engaña a sus compañeros, algo extremadamente negativo, pero muy realista delante de lo que vemos en nuestra historia.
La humildad es una cualidad importante no sólo para el líder sino también para el equipo que va a ser liderado. La arrogancia, en este caso, lleva a la ruptura del grupo y lo deja susceptible a los deseos individuales. Así, se olvida el objetivo final.
Estamos hablando de priorizar el grupo por encima de los beneficios personales, eliminando la búsqueda de reconocimiento, honor o recompensa especial que el líder pueda desear por el bien mayor.
Es importante recordar que la humildad no es autodesprecio! Sino más bien la conciencia de la importancia de todos.
La lectura de “El Arte de la Guerra”, de Sun Tzu, es casi una obligación para cualquier líder. Una vez más, Oriente nos ha mostrado un ejemplo de cómo podemos combinar la estrategia con un excelente papel de liderazgo.
Volviendo a la formación de líderes, el libro “Líder Humano Gera Resultados”, de Ligia Costa, muestra los impactos que el estrés, la ansiedad y el síndrome de burnout afectan al equipo y cómo podemos evitar estas situaciones.
Por último, tenemos “The Kind Leader”, de Karyn Ross, que muestra cómo el concepto de liderazgo rígido y sin empatía ya no es actual. Abarcando similitudes con las ideas del filósofo chino, sin embargo se centra aún más en cómo convertirse en un líder amable y preocupado por el bienestar de las personas más allá de uno mismo.
El primer paso antes de cualquier instrucción es ser autoconsciente de tu control emocional, así como entender en qué te destacas y comprender en qué no tienes competencia. Es normal no tener todas las cualidades, pero hay que perseverar y planificar para poder cambiar poco a poco el comportamiento.
Entonces, ¿cómo podemos desarrollar un liderazgo positivo?
¡Muchas gracias por consultar otro resumen de nuestra plataforma! ¡Esperamos que hayas disfrutado del contenido y puedas aplicar las estrategias de John Adair para convertirte en un buen líder!
¿El resumen ha despertado tu curiosidad? ¿Qué opinas de las ideas sobre el liderazgo que aporta el autor? ¡Deja tu opinión y evaluación en los comentarios a continuación!
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