Frida: Una biografía de Frida Kahlo - Hayden Herrera

¿Talento? ¿Suerte? ¿Destino? O mejor dicho, ¿conexiones? ¿Cómo una mujer dentro de las artes llegó a ser tan famosa, que sobrepasó el reconocimiento de sus obras, convirtiéndose en un hito en las generaciones posteriores?

En este resumen, veremos la historia de la mujer que rompió todas las normas y ataduras de su tiempo, y aprenderemos dónde el contraste de los extremos pinceló toda su existencia y por qué se destacó entre los demás.

De la luz a la oscuridad, de la felicidad a la desesperación, del amor al odio y, sorprendentemente, de lo tradicional a lo revolucionario. Todos, sin excepción, contemplan todos los aspectos de la vida de Frida Kahlo.

¿Quieres saber más sobre esta gran personalidad? Continúa con nosotros en esta jornada a través de la atormentada pero brillante biografía.

El libro “Frida: Una biografía de Frida Kahlo”

Con varias ediciones que datan de 1983, la versión más actual del libro – de 2020 – tiene 624 páginas repartidas en 6 partes. Estas páginas están llenas de textos escritos tanto por Frida como por las personas que mantuvieron correspondencia con ella durante su vida.

A lo largo de la obra se presenta la secuencia cronológica de los cuadros y las imágenes de los mismos al final del libro, aportando también imágenes de su infancia, su matrimonio y su muerte.

Mostrando así, desde su inicio hasta su final, sus logros y cualidades, su influencia tanto en su época como en la actualidad. La obra fue finalmente llevada al cine en 2002 por la actriz Salma Hayek.

¿Quién es la autora Hayden Herrera?

Hayden Herrera es una historiadora, curadora y profesora de historia del arte estadounidense. Especializada en arte latinoamericano, Herrera escribió “Frida: Una biografía de Frida Kahlo”, su libro más conocido, pero también otras biografías, una de ellas titulada “Arshile Gorky: His Life and Work”.

¿Por qué leer “Frida: Una biografía de Frida Kahlo”?

Aquí encontramos otra historia de inspiración y superación, una vida guiada por emociones explosivas, que fueron capaces de conmover profundamente a miles de personas precisamente por estos sentimientos.

Por eso, tanto si eres fan de la pintora como si te intriga todo lo que representa, en este libro no sólo descubriremos los retos que la vida impuso a Kahlo, sino cómo las grandes personalidades son personas, como todos nosotros, que viven un día a la vez.

¿Cuáles son los principales puntos abordados en el libro “Frida: Una biografía de Frida Kahlo”?

• La historia de la vida de Frida Kahlo, desde su infancia hasta su muerte;
• Las relaciones que tuvo a lo largo de su vida, desde las amistades hasta las relaciones matrimoniales y extramatrimoniales;
• Las obras y pinturas de Frida, así como su significado y lo que representaban;
• El profundo impacto de Kahlo en las vidas de quienes la rodeaban.

¿Quién fue Frida Kahlo?

Su historia comienza y termina en un pequeño pueblo llamado Coyoacán. Nacida el 6 de julio de 1907, Magdalena Carmen Frida Kahlo y Calderón fue la tercera hija de Guillermo y Matilde Kahlo.

Desde pequeña tuvo una personalidad tranquila y exuberante, pero pronto llegó su primer obstáculo: la poliomielitis – que la hizo introspectiva, ya que pasó parte de su infancia postrada en una cama. Sin embargo, su recuperación la hizo más decidida, y se animó a practicar deportes que se consideraban masculinos en aquella época.

Tres años después de su nacimiento, estalló la Revolución Mexicana, este hecho es importante, ya que fue una época de movimientos y fomento de la libertad que influyó en su preadolescencia. Más concretamente, cuando ingresó en la Escuela Nacional Preparatoria que, en 1920, gozaba de gran prestigio.

En este contexto, tuvo su primer grupo de amigos, los Cachuchas. Famosos por su extrema inteligencia, pero también por los grandes disturbios que causaban al ignorar las estrictas normas de la escuela.

Fue también en esta época cuando Frida conoció a Diego Rivera, que en ese momento aún estaba casado con Guadalupe Marín. Su problemática relación es notoriamente famosa, pero para los que aún no lo saben, este sería el futuro marido de la artista.

Con el paso del tiempo su personalidad se hizo más cautivadora, era un alma intensa e inolvidable donde quiera que fuera, y muy querida a pesar de ser extremadamente impulsiva. Sin embargo, una vez más fue víctima del destino, un accidente de autobús le dejó secuelas en la columna vertebral que duraría hasta su muerte.

Sin embargo, esta vez su personalidad revivió y se hizo más evidente tras su matrimonio con Diego. Aunque tenían grandes discusiones causadas por traiciones mutuas, existía un profundo respeto y una adoración el uno por el otro.

Frida utilizó todos los sentimientos frustrados y resentidos de la relación y su estado físico, transformándolos en formas y colores. Sin embargo, aunque sus cuadros eran intensos y a veces macabros, había sutilezas y un misterio intrigante – pintaba su manera de ver estos sentimientos, diferente al tradicionalismo de Diego.

Sin embargo, no fueron solamente sus pinturas las que la hicieron aclamada, algo muy peculiar es que fue su cautivadora personalidad la responsable por esto. No importaba dónde o con quién, causaba una impresión muy fuerte e inquebrantable, aportando calidez incluso si no estaba en sus mejores días.

Este es el poder que va más allá de la habilidad física o la inteligencia, sino el de conectar con las personas de una manera única, que se mantuvo hasta su fallecimiento en 1954.

¿Quién fue Diego Rivera?

Para continuar con su historia, es imprescindible hablar de Diego Rivera, uno de los más grandes muralistas de la época y aclamado nacional e internacionalmente. Pero aquí no nos ocuparemos de las minucias de su vida, sino de cómo afectó a la de Frida.

Se conocieron cuando él aún estaba casado, pero eso no impidió que la chica dejara una huella en el artista. Sin embargo, no fue hasta años después de que Kahlo ya se hubiera involucrado con otros y posteriormente se hubiera unido a la causa comunista, cuando conoció íntimamente a Riviera.

No tardaron en enamorarse y casarse, y la ceremonia tuvo lugar el 21 de agosto de 1929. En contra de la creencia inicial, ella no pintaba, sino que ayudaba a su marido en su agotadora rutina y cuidaba de la casa.

En cierto modo, ella hizo lo que pudo para complacerlo, como al elegir vestirse como una tehuana y adoptar aún más la mexicanidad. Con el tiempo, esto acabó formando parte de su caricatura y, por supuesto, empezó a constituir su individualidad.

Su pintura, hasta entonces dejada de lado, regresó cuando se trasladaron a los Estados Unidos, siendo la época en la que más se dedicó a la pintura hasta entonces y se acentuó cuando Diego comenzó a tener varios romances, desde actrices, modelos hasta la propia hermana de Kahlo, Cristina Kahlo y Calderón.

Vivió muy angustiada por este hecho, pero también aprendió a cultivar otra perspectiva de sí misma, en la que sus relaciones amorosas llenaron su necesidad de afecto y acabaron moldeando su lado más confiado.

Tuvo varios amantes masculinos a los que ocultó – incluido el ucraniano Trotsky –, pero también varias mujeres a las que anunció públicamente. En parte, entre la pareja existía un amor de cuidado y amistad donde reinaba la dependencia mutua, ella necesitaba la atención de Diego y él necesitaba los cuidados de Kahlo.

Esto dio lugar más tarde a una separación de ellos, pero nada dura para siempre y eso vale, en este caso, también para la separación de los dos. Así, el 8 de diciembre de 1930 anunció su segundo matrimonio con Riviera, cabe destacar que esta vez impuso reglas y ya no era la mujer de antes.

Al observar la relación entre ellos, esta es una parte muy controvertida de su vida, había una doble moral en la que al mismo tiempo que era revolucionaria, estaba atrapada en un amor disfuncional.

Esto lo tiene que juzgar cada uno, el hecho es que ella tenía su propia intensidad en la forma de vivir, y esto se desbordaba en todos los aspectos de su vida.

¿Cuáles son los logros de Frida en el mundo del arte?

La representatividad de Kahlo en las costumbres y culturas latinas fue muy llamativa e importante para la sociedad. Pero todo el mundo tiene un comienzo y el suyo fue más largo que el de muchos artistas que se inician como prodigios en la pintura.

Su primera influencia fue su padre, que empezó a compartir con ella su interés por las artes mexicanas y le enseñó a utilizar una cámara, lo que afectó a su propio arte del retrato en el futuro. La diferencia estaba en la forma en que veía las imágenes en su cabeza, siendo poco convencional por así decirlo.

Desde muy joven conoció a Fernando Fernández, que le enseñó a dibujar, y cuando sufrió el accidente de autobús que la fracturó por completo, la pintura se convirtió en una vía de escape, una forma de lucha por la vida. Se reinventa con cada cuadro, como en “La columna rota”, pintado en 1944.

Brevemente sus pinturas fueron influenciadas por Diego, ya que ella lo admiraba, pero esto fue sólo al principio. Tenía su propio método de pintar, incluso llamado primitivo y hasta referido, en la obra, como un niño llenando un libro de colorear.

También empezó a tomarse la pintura más en serio, creando una disciplina que fue perfeccionando sus habilidades técnicas de pintura. En los años 1937 y 1938 produjo la mayor cantidad de cuadros desde que tenía 8 años de casada.

Pero su momento culminante llegó en abril de 1938, cuando el pintor surrealista André Breton vio su obra. Le ofreció organizar una exposición en París, que se materializó y allí tuvo la oportunidad de profundizar en el espíritu surrealista de la ciudad, realizando e influyendo en su arte.

Sus logros no se detienen ahí, más tarde, en 1946, fue seleccionada como una de las seis artistas que recibieron una beca del gobierno, y a mediados de ese mismo año en la Exposición Nacional del Palacio de Bellas Artes, donde ganó premios en pesos.

Sin embargo, tenía un estilo muy específico, que siempre retrataba sus sentimientos, por lo que a Frida se le hacía difícil satisfacer a sus clientes. Sus obras solían estar llenas de melancolía y tristeza, hecho que la llevó a convertirse en profesora en busca de unos ingresos más fijos.

Como profesora de arte, daba libertad a sus alumnos y los guiaba a través de la teoría de la pintura, así como a pintores de renombre. Sus alumnos realizaron posteriormente pinturas murales que tuvieron un gran éxito. Estos estudiantes pasaron a ser conocidos con orgullo como los Fridos.

Entre las obras de Frida, estas son algunas de las más llamativas y conocidas:

• Mi nacimiento;
• Unos cuantos piquetitos;
• Las dos Fridas;
• Retrato de boda;
• Hospital Henry Ford;
• Sin esperanza;
• El árbol de la Esperanza, Mantente firme;
• Raíces;
• Autorretratos.

¿Cuál es el legado de Frida Kahlo?

Representatividad femenina y cultural

Al mostrarse fuera de las normas de comportamiento y estética femeninas de la época, Frida abrió oportunidades y representación a las mujeres locales y, con el tiempo, a las de todo el mundo.

Su comportamiento explosivo y extrovertido con un “qué” masculino contrastaba con el conservadurismo local, y además practicaba todo tipo de deportes que antes las mujeres no se atrevían a probar.

Aportó sentimiento y pasión en sus pinturas que se hicieron conocidas internacionalmente, abriendo el reconocimiento a las mujeres en el mercado, pero sobre todo su difusión de la cultura latina inició un mayor respeto por la cultura local.

Libertad para amar

Con polémicas en su relación, Kahlo era conocida por establecer relaciones extramatrimoniales no sólo con hombres, sino también con mujeres. Ya sea por adicción o para calmar la amargura de la traición de su marido, reinventó la rueda.

Ya no era “la traicionada”, sino la mujer cautivadora capaz de explorar todos sus sentimientos sin pensar en las consecuencias. Amó cuando y a quien quiso, sufrió cuando y por quien quiso, y esa fue la decisión más dura, más juzgadora y transformadora de su trayectoria, ser quien era.

Lucha contra las dificultades

Su trayectoria trajo consigo inmensas dificultades emocionales y físicas, pero esta última fue la que más interfirió en su vida. El grave accidente que sufrió cuando aún era joven la obligó a someterse a numerosas operaciones y a pasar meses postrada en la cama.

La medicación para el dolor era necesaria sobre todo cuando se acercaba la muerte y los chalecos posturales eran una realidad casi diaria para ella. Luchaba constantemente contra su dolor y su angustia, y su método de curación era la pintura.

Cuando llegó el 13 de julio de 1954, Frida murió tras las complicaciones de una de sus muchas cirugías.

Sus últimos momentos fueron grises y compendiados de dolores, algunos especulan que su muerte habría sido un suicidio, sin embargo sus más allegados descartan esta opción y creen en el informe médico de una embolia pulmonar.

Se le rindieron homenajes antes y después de su muerte, muchas personas asistieron ante los miles de personas a las que tocó, directa o indirectamente. Hasta el día de hoy es un símbolo de perseverancia, fuerza y autenticidad y será recordada siempre como tal.

Otras biografías inspiradoras y notables

En el libro “Nujeen”, escrito por la propia Nujeen Mustafa junto con Christina Lamb, se cuenta la historia de una refugiada de Siria que, además de tener dificultades en sus travesías, tuvo que hacerlo todo siendo usuaria de una silla de ruedas.

Otra biografía extremadamente impactante es “Yo soy Malala”, conoce la trayectoria de la mujer que ganó el Premio Nobel de la Paz en 2014, contada por la propia Malala Yousafzai.

Para terminar, tenemos “Breve Historia de Mi Vida”, de Stephen Hawking, que aporta la realidad de los secretos y enseñanzas de Stephen sobre la fuerza de voluntad y la conquista ante las improbabilidades de la vida.

¿Cómo utilizar en la práctica las enseñanzas dejadas por la trayectoria de Frida?

Aunque podemos inspirarnos mucho en el artista, también podemos aprender mucho de lo que hay que evitar. Por eso, esta obra tiene dos grandes lecciones que podemos llevarnos:

• Depende de ti y sólo de ti decidir transformar tus dolores en algo productivo e impactante, no importa cuántas personas fueron tocadas en el proceso, sino cómo estas fueron transformadas;
• Nuestras emociones deben ser comprendidas, vividas y no guardadas, una de las cosas que te hacen ser quien eres son tus sentimientos, así que no te sientas intimidado para mostrarlo.

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