¿Quién podría imaginar que sería posible cargar un vehículo con electricidad igual que cargamos nuestros teléfonos móviles? ¿O dormir en el asiento del conductor mientras el coche conduce de forma autónoma? Aunque, al principio, parece algo sacado de una película futurista, esto ya es posible gracias a Tesla.

En el resumen del libro “Power Play: Tesla, Elon Musk and the Bet of the Century”, el autor, Tim Higgins, nos cuenta la historia desde el inicio de la fundación de la empresa en 2003 hasta las innovaciones actuales que están impactando directamente en el medio ambiente, la economía y los comportamientos de la sociedad mundial.

Como menciona el nombre de la obra, la implantación de vehículos eléctricos desarrollada por Tesla se considera la “apuesta del siglo”, capaz de transformar e impactar a la humanidad tanto como la sustitución de animales por vehículos de Henry Ford en el siglo anterior.

Sigue leyendo este resumen para descubrir cómo Tesla se convirtió en una de las empresas más rentables e influyentes del mundo en menos de dos décadas, superando el valor de los fabricantes de automóviles tradicionales como Toyota, Volkswagen, Mercedes-Benz, General Motors, BMW y la propia Ford, juntos.

El libro “Power Play: Tesla, Elon Musk and the Bet of the Century”

El libro “Power Play: Tesla, Elon Musk and the Bet of the Century”, o “Juego de poder: Tesla, Elon Musk y la apuesta del siglo” en su traducción libre, fue publicado el 3 de agosto de 2021, con 400 páginas y 28 capítulos. La obra se destaca en categorías como ingeniería, perfiles de empresas y principales influencias en la ciencia.

Dividido en 3 partes, el libro aborda desde la institución de Tesla, sus objetivos y los problemas que tuvo que afrontar, hasta los responsables de hacer de la empresa la superpotencia que es hoy y sus aportaciones y, por último, cómo la idea de producir vehículos eléctricos pasó de ser una utopía a algo viable y asequible.

Tim Higgins es licenciado en periodismo por la Universidad de Missouri - Columbia y tiene un MBA por la Universidad Estatal de Michigan.

Ha trabajado como reportero del sector automotriz, cubriendo las principales empresas automovilísticas, como General Motors y Daimler AG. Actualmente trabaja como Tech and Auto Reporter en el The New York Times, donde sigue escribiendo sobre empresas tecnológicas como Apple y Tesla.

“Power Play: Tesla, Elon Musk and the Bet of the Century” es adecuado para las personas interesadas en la innovación y la tecnología, y para quien quiere entender cómo Tesla llegó al nivel actual, transformando una idea preexistente en una empresa de mil millones de dólares.

La obra es indispensable para quien desea conocer y comprender el principio de la producción de vehículos eléctricos, coches autónomos y otras tecnologías que, hasta hace años, sólo parecían posibles en las películas de ciencia ficción.

¿Cuáles son los puntos principales de “Power Play: Tesla, Elon Musk and the Bet of the Century”?

Mirar las situaciones desde una perspectiva diferente es lo que hace posible la innovación mucho más que el desarrollo de ideas extravagantes;

Si algo ya ha funcionado una vez, no significa que vaya a funcionar siempre o, al menos, que no pueda mejorarse;

La búsqueda de la mejora continua es lo que separa al “bueno” del “excelente”, y lo que diferencia a las empresas que evitan los contratiempos de las que tienen que lidiar con ellos;

Es necesario saber equilibrar la confianza que depositamos en los demás: un exceso de confianza puede dejarnos dependientes, mientras que una falta de confianza nos sobrecarga;

Creer en un propósito mayor que el dinero es lo que mantiene unidas a las organizaciones, especialmente en los momentos más difíciles;

Confiar en uno mismo no es arrogancia, es lo que mantiene el enfoque en el objetivo principal.

El principio de los vehículos eléctricos

¿Sabías que la idealización de los vehículos eléctricos es tan antigua como la de los coches de gasolina? ¿Y que, incluso, la mujer de Henry Ford llegó a tener un coche eléctrico? Entonces, ¿por qué esta tecnología solo se implantó realmente de forma popular más de un siglo después?

Pues bien, la respuesta está en la viabilidad de la producción. A medida que los vehículos se iban implantando en la sociedad y revolucionando los medios de producción, era necesario que se pudieran producir en masa y que, además, tuvieran un precio accesible para la clase ascendente de la época.

Por lo tanto, como el vehículo eléctrico no satisfacía estas demandas y, pronto se creó una cadena de fabricantes de automóviles y redes de suministro de gasolina, fue rápidamente olvidado. 

¿No sería irónico si, actualmente, los vehículos fueran los responsables de la mayor parte de la emisión de gases contaminantes, como el CO2, pero que toda esta emisión se hubiera podido evitar desde el principio?

La idea, entonces, fue desarrollada por varios científicos, ingenieros y entusiastas de la automoción durante años, pero nunca resultó viable y sostenible, ni por su precio, ni por su calidad, o por la autonomía de sus baterías. Hasta la aparición de Tesla.

Tim Higgins registra en su obra que el gran objetivo de Tesla era hacer que los vehículos eléctricos funcionaran de verdad, superando a sus precursores, que funcionaban con gasolina, en calidad, tecnología y economía y sostenibilidad.

Aunque, actualmente, Elon Musk es el mayor nombre detrás de Tesla, la idea inicial sobre la viabilidad y producción de vehículos eléctricos no surgió de él.

Tesla Motors, como se llamó inicialmente, recibió su nombre en honor al físico e inventor Nikola Tesla, responsable del desarrollo del sistema de corriente alterna que genera electricidad en todo el mundo.

La empresa nació en 2003, en Delaware. Fundada, al principio, por Martin Eberhard y, posteriormente, vinculada a Marc Tarpenning. Fue una de las grandes startups que pronto se trasladó a Silicon Valley y se convirtió en una potencia mundial.

Inicialmente, Eberhard y Tarpenning tuvieron la idea de desarrollar un vehículo eléctrico que superara el principal problema de aquellos que habían intentado aplicar la idea antes que ellos: hacer que los precios de las baterías – que añadían decenas de miles de dólares al valor del coche – sean accesibles.

Los dos colegas tendrían que averiguar qué era necesario para irrumpir en la industria del automóvil y, considerar qué debía hacerse de forma diferente en relación con los fabricantes de automóviles globales que ya habían intentado implantar el coche eléctrico y habían fracasado – como General Motors. 

Mientras tanto, J. B. Straubel tenía una idea similar, ya que había conectado con Eberhard y Tarpenning al haber convertido un Porsche en un vehículo eléctrico. Pronto empezaron a trabajar juntos para desarrollar la misma idea. Pero, las ideas por sí solas no producían vehículos, faltaba un detalle importante: el dinero.

Fue entonces cuando Elon Musk entró en el emprendimiento, como principal inversor de Tesla, se encargó de asegurar – con su propio dinero y con asociaciones, préstamos y otros negocios – que Tesla pudiera recibir la fortuna necesaria para su desarrollo.

Según Musk, “la convicción creó la visión, la visión crearía un mercado, el mercado crearía dinero, y el dinero crearía coches”.

Teniendo en cuenta la eficiencia de la carga, la idea era utilizar baterías de iones de litio para cargar los vehículos, que, a pesar de ser más baratas que las otras alternativas, seguirían correspondiendo a cerca de la mitad del valor del coche, que, en consecuencia, sería más caro que los coches alimentados por gasolina.

Como la idea era totalmente revolucionaria en el mercado, no bastaba con la promesa de que el precio del vehículo compensaría el ahorro de gasolina. Tesla quería desarrollar un coche que no solo fuera adquirido por “amigos de la naturaleza” que quisieran contribuir a un mundo más sostenible. 

Su objetivo inicial era construir un coche deportivo, que fuera más cómodo, bonito, económico, rápido, eficiente y que, aun así, fuera eléctrico, reduciendo la emisión de dióxido de carbono a la atmósfera. 

Con este principio, su enfoque se centró en la implementación de las baterías, que sería la parte inédita y revolucionaria del proyecto. El predecesor de los vehículos Tesla fue el coche Tzero, un deportivo eléctrico desarrollado por la compañía AC Propulsion. 

Se invirtieron muchas investigaciones, personas, herramientas, equipos y, por supuesto, decenas de millones de dólares para lanzar el primer vehículo de Tesla: el Roadster.

Como una startup emergente con una financiación incomparable a la de cualquier gran fabricante de automóviles, Tesla decidió basarse en un modelo de coche deportivo preexistente para centrar sus mayores recursos en convertirlo en un vehículo eléctrico. 

Para ello, utilizaron el modelo Elise, producido por el fabricante de automóviles británico Lotus. La idea era realizar algunas modificaciones en su diseño para convertirlo en un modelo singular, además de sustituir sus motores de combustión por los eléctricos.

Eberhard pretendía aportar todos sus conocimientos adquiridos como empresario en Silicon Valley a una industria centenaria, lo que cambiaría totalmente la forma de fabricar vehículos. 

Sabiendo del alto coste que supondría el inicio de la producción – aproximadamente el 40% del valor se destinaría sólo a las baterías, que se esperaba que se redujera a medida que aumentara la producción y la demanda de baterías –, el Roadster no se desarrollaría para las masas, sino para las clases altas.

La ceremonia de presentación del Roadster estaba dirigida a celebridades de Hollywood, empresarios millonarios y CEOs de Silicon Valley. (Dato curioso: ¿sabías que una de las primeras personas, aparte de los empleados de Tesla, que subió a un Roadster fue Arnold Schwarzenegger?).

Tesla sería, entonces, una marca centrada en la experiencia del cliente por encima de todo. Desde el desarrollo de su primer modelo, el mayor objetivo de la empresa fue seguir proyectando los vehículos para que fueran accesibles, de modo que el impacto en la sociedad y el medio ambiente se pudiera realmente sentir.

La entrega de los coches modelo Roadster comenzó en el año 2008.

Después del lanzamiento del Roadster, los inversores querían saber cuáles serían los siguientes pasos, pues muchos eran escépticos ante la idea de que Tesla llegara a todo el mundo. Por ello, Elon Musk creó Tesla e hizo pública una estrategia que denominó “The Secret Tesla Motors Plan” (“El plan secreto de Tesla Motors”).

El “plan secreto” era en realidad absurdamente sencillo, y consistía en 3 pasos:

Construir un modelo deportivo caro, a partir de US$89.000, para que la atención se dirigiera a Tesla;

Construir un modelo sedán de lujo que pueda competir con los coches de lujo alemanes y que se venda por la mitad de precio que el modelo deportivo de Tesla, por US$45.000;

Construir un coche de tercera generación que fuera mucho más accesible y atractivo para el mayor público, las masas.

Con la estrategia escrita en el reverso de una servilleta, Elon Musk definió el destino de la empresa para los años siguientes.

Teniendo en cuenta que el Roadster solo sería comprado por un número más modesto de consumidores, el Model S sería el modelo sedán al que se refería el “Paso 2” del plan de Elon Musk. Sería un coche popular que llegaría a un público más amplio.

Higgins menciona que el gobierno de los Estados Unidos, en un intento de fomentar la adopción de medios más sostenibles, puso a disposición algunos créditos para los consumidores que buscaran un coche eléctrico, lo que permitió a Tesla reducir el valor de sus vehículos.

Según los ingenieros de Tesla, el Model S alcanzaría unos 97 km/h en menos de 6 segundos, además de tener una autonomía de batería de 483 km por carga y costar unos U$50.000. Su producción comenzó en 2011.

Aunque el Model X no estaba especificado en el plan de Elon Musk, el coche se produjo como un vehículo familiar con tres filas de asientos, siendo el primer SUV de Tesla. Su diseño fue considerado totalmente innovador, su producción comenzó en 2015.

Con grandes gastos y problemas internos, el Model 3 llegaría al mercado con el objetivo de determinar si Tesla era realmente una empresa de automoción.

El tercer paso del plan secreto de Musk sería este, construir un coche de calidad para la población general. El modelo fue presentado en 2016, y sus ventas demostraron que además de que Tesla era realmente un fabricante de automóviles de altura, era capaz de superar a los grandes fabricantes de automóviles tradicionales.

Elon Musk fue uno de los principales responsables de mantener a Tesla en funcionamiento en los momentos más difíciles. Es considerado uno de los CEOs más excéntricos de la actualidad, e incluso es conocido como el “Iron Man de la vida real”.

Tim Higgins relata en “Power Play” los principales conflictos de Musk durante la existencia de Tesla, así como sus sacrificios – en uno de los momentos más difíciles de la empresa, ofreció casi toda su fortuna de millones de dólares, necesitando préstamos para seguir adelante hasta que Tesla se recuperara.

También fue responsable de conectar SpaceX y SolarCity con Tesla, lo que supuso una fusión de innovaciones nunca antes vista.

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Conoce la historia de Tesla, con el resumen del libro Power Play, que ha revolucionado no solamente la industria automotriz, sino la visión de futuro de generaciones.

Conoce la historia de Tesla, que con sus coches eléctricos, ha revolucionado no solamente la industria automotriz, sino la visión de futuro de generaciones.

Power Play: Tesla, Elon Musk and the Bet of the Century - Tim Higgins

Conoce la historia de Tesla, que con sus coches eléctricos, ha revolucionado no solamente la industria automotriz, sino la visión de futuro de generaciones.