El Poder de los Hábitos - Charles Duhigg

El Poder de los Hábitos - Charles Duhigg

¿Quieres saber cómo aplicar los hábitos para alcanzar tus objetivos? Ve cómo surgen los hábitos, cómo cambian y la ciencia que hay detrás de su práctica.

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El Poder de los Hábitos es un concepto que surgió para romper paradigmas neuronales sobre nuestras capacidades y características, sacando a la luz cuestiones como: ¿por qué algunas personas pueden adoptar un estilo de vida más saludable o alcanzar logros profesionales, mientras otras fracasan?

Según el célebre autor Charles Duhigg, las personas de éxito son aquellas que han aprendido a controlar y cambiar sus hábitos.

Al analizar cómo los hábitos indeseables – comer en exceso, beber en exceso o fumar – funcionan en un ciclo que sacia los antojos, llegó a la conclusión de que las personas que quieren cambiar, pueden controlar los hábitos que antes las controlaban.

Con habilidad e ingenio, Charles Duhigg expone en el libro “El Poder de los Hábitos” una nueva comprensión de la naturaleza humana y su potencial de transformación.

¿Quieres saber cómo? Lee este resumen.

El libro “El Poder de los Hábitos”

“El Poder de los Hábitos” muestra por qué algunas empresas y personas tienen que hacer tanto sacrificio para cambiar de hábitos, mientras que otras lo tienen tan fácil.

El libro, publicado en 2012, consta de 408 páginas que dividen nueve capítulos en tres partes, que son: “Los hábitos de los individuos”, “Los hábitos de las organizaciones exitosas” y “Los hábitos de la sociedad”.

El cambio de hábitos puede generar miles de millones de dólares y representar la diferencia entre el éxito o el fracaso, e incluso entre la vida y la muerte. Además, se muestra cómo el hábito fue esencial para el éxito del director de Starbucks, Howard Schultz, y del héroe Martin Luther King.

¿Quién es Charles Duhigg?

Charles Duhigg es un periodista de investigación de The New York Times.

Es autor y colaborador de las siguientes series de artículos: Golden Opportunities (sobre la investigación de empresas que se aprovechan de los ancianos), The Reckoning (un estudio sobre las causas y consecuencias de la crisis económica) y Toxic Waters (sobre la contaminación del agua en EE.UU. y la respuesta del gobierno).

Por su trabajo, Charles Duhigg ha recibido premios: National Academies of Sciences, National Journalism, George Polk, Gerald Loeb, entre otros.

¿Para quién está indicado el libro “El Poder de los Hábitos”?

En “El Poder de los Hábitos”, Charles Duhigg presenta los hábitos como la clave para hacer ejercicio con regularidad, perder peso, educar bien a los hijos, ser una persona más productiva, crear empresas revolucionarias y tener éxito.

Si quieres entender cómo aplicar los hábitos para lograr estos objetivos, las ideas que aquí se comparten son para ti.

¿Cuáles son los puntos principales de “El Poder de los Hábitos”?

  • Los hábitos son acciones que las personas deciden hacer intencionadamente y que continúan de forma subconsciente;
  • La gente puede cambiar sus malos hábitos si aprende cómo funcionan los hábitos;
  • El bucle del hábito tiene tres etapas: una señal que lleva a la persona a una rutina con el objetivo de obtener una recompensa;
  • Entender cómo encajan tus hábitos en estas etapas del bucle puede ayudarte a cambiarlos;
  • Corregir los hábitos es difícil porque satisfacen antojos, pero puedes aprender a no responder a la sugerencia de un hábito;
  • El cambio de los hábitos fundamentales puede impulsar nuevos buenos comportamientos o cambiar los malos;
  • Continúa el debate sobre cuánta responsabilidad tienen las personas por sus acciones adversas y cuánta culpa pueden tener sus hábitos.

Los hábitos de los individuos

Un hábito es una actividad que una persona decide hacer intencionadamente una vez y sigue haciéndola sin tener que concentrarse más en ella, porque la realiza con cierta frecuencia.

Los hábitos surgen porque el cerebro busca constantemente formas de ahorrar esfuerzo. Esto ocurre porque los hábitos disminuyen el esfuerzo al que se somete nuestra mente en el momento de realizar una determinada tarea.

Un ejemplo de ello es aprender a conducir. Al principio puede parecer difícil, pero con el tiempo la rutina se vuelve automática, es decir, exige menos esfuerzo mental.

El proceso de habituación consiste en un bucle de tres etapas. Según Charles Duhigg en “El Poder de los Hábitos”:

“Primero hay una señal, un estímulo que pone a tu cerebro en modo automático y le indica qué hábito debe utilizar. Luego está la rutina, que puede ser física, mental o emocional. Por último, hay una recompensa, que ayuda a tu cerebro a saber si vale la pena memorizar este bucle concreto para el futuro.”

Cuando la pista y la recompensa se conectan, el cerebro desarrolla una fuerte sensación de expectativa, lo que conduce a un deseo y al nacimiento de un hábito.

Por desgracia, el cerebro no juzga si el nuevo hábito es beneficioso o perjudicial, por lo que los malos hábitos también se arraigan. Sin embargo, puedes cambiar los hábitos destructivos y adoptar otros nuevos y positivos comprendiendo y gestionando el ciclo de recuperación de información.

Concéntrese en sus señales y recompensas y cambie su rutina para frustrar los antojos.

La regla de oro del cambio de hábitos

Tony Dungy, un entrenador de fútbol americano de Florida, creía que el secreto para ganar era cambiar los hábitos de los jugadores. Su objetivo era conseguir que dejaran de tomar varias decisiones en el transcurso del juego. Su deseo era que los jugadores respondieron automáticamente, por costumbre.

Según Tony Dungy:

“Los campeones no hacen cosas extraordinarias. Ellos hacen cosas ordinarias, pero demasiado rápido para que el adversario reaccione.”

Sin embargo, la idea del entrenador no era crear nuevos hábitos, sino cambiar los viejos hábitos de los jugadores. La estrategia de Dungy era ofrecer la misma señal y la misma recompensa, sólo quería cambiar la rutina.

Si se utiliza la misma señal y se ofrece la misma recompensa, es posible cambiar la rutina y cambiar el hábito.

Tony Dungy convirtió a los Bucs en uno de los equipos más ganadores de la liga. Se convirtió en el único entrenador que llegó a los playoffs diez años seguidos, y en una de las figuras más reconocidas del fútbol profesional.

Según “El Poder de los Hábitos”, es importante señalar que, aunque el proceso de cambio de hábitos es fácil de exponer, no significa que sea sencillo de lograr. Así, es fácil sugerir que el tabaquismo, el alcoholismo y la alimentación compulsiva pueden resolverse sin esfuerzo.

El verdadero cambio requiere dedicación y autocomprensión de lo que fomenta tu hábito. Nadie dejará de fumar por conocer su propio bucle, pero entenderlo le proporcionará formas de planificar cómo cambiar su comportamiento.

Supongamos que desea dejar de comer fuera de horario en el trabajo. ¿Qué recompensa buscas al hacer esto? ¿Acabar con su hambre o dejar de aburrirse?

Si comes para librarse del aburrimiento, es posible encontrar otra rutina que te proporcione la misma recompensa, si te das tres minutos de tiempo de Internet, por ejemplo.

Recuerda que si puedes reconocer las señales y las recompensas, podrás cambiar la rutina.

Los hábitos de las organizaciones de éxito

En esta parte, Charles Duhigg cita en “El Poder de los Hábitos” ejemplos de hábitos de organizaciones de éxito y explica cómo han hecho estas organizaciones para cambiar sus hábitos.

Hábitos angulares, o la balada de Paul O’Neill: qué hábitos importan más

Según “El Poder de los Hábitos”, cuando Paul O’Neill se convirtió en director general de Aluminium Company of America (Alcoa), sorprendió a los accionistas al centrarse en la seguridad de los empleados.

En su discurso de investidura, Paul O’Neill dijo que muchos empleados de Alcoa sufrieron lesiones tan graves que perdieron un día de trabajo. Tenía la misión de hacer de Alcoa la empresa más segura de América. Su objetivo era “cero accidentes”.

Menos de un año después, el nuevo CEO consiguió multiplicar por más de cinco los ingresos de la empresa, además de convertirla en una de las más seguras del mundo.

El nuevo director general fue capaz de cambiar Alcoa atacando un solo hábito, y luego los cambios se extendieron por toda la empresa.

Paul O’Neill dijo:

“Sabía que tenía que cambiarlo, pero no puedes decirle a la gente que cambie. No es así como funciona nuestra mente. Así que decidí que era mejor centrarse en una cosa. Si pudiera empezar por romper los hábitos en torno a una cosa, se extendería a toda la empresa.”

Ya hemos visto cómo funcionan los hábitos, cómo se pueden cambiar o crear.

Pero, ¿por dónde debe empezar un aspirante a reformador de hábitos? La respuesta es entender los hábitos angulares. Para Charles Duhigg, los hábitos más importantes son aquellos que, cuando se cambian, liberan y renuevan otros patrones.

Sin embargo, identificar los hábitos angulares es un trabajo complicado, hay que saber dónde mirar y qué características buscar. Pero, como han descubierto Paul O’Neill y otros, salvar la distancia entre la comprensión de estos conceptos y su puesta en práctica exige cierto ingenio.

Starbucks y el hábito del éxito: cuando la fuerza de voluntad se vuelve automática

En el caso de Starbucks, las normas para los empleados inculcan el concepto de fuerza de voluntad, que la investigación identifica como el hábito destacado que determina el éxito personal.

Al igual que los académicos logran resultados positivos en otras áreas de su vida cuando practican la auto disciplina académica, los empleados de Starbucks mejoraron sus vidas y carreras después de aprender la fuerza de voluntad para estar alegres sin importar lo que ocurra en sus días de trabajo.

El poder de una crisis: cómo los líderes crean hábitos a través del azar y la intención

Los buenos hábitos organizativos, según “El Poder de los Hábitos”, pueden surgir de las crisis. En el Hospital de Rhode Island, un error en el quirófano demostró que era necesario un cambio de hábitos.

El clima entre las enfermeras y los médicos era malo. Algunos médicos eran autoritarios y querían que los procedimientos se hicieran a su manera sin seguir los protocolos de seguridad.

La rivalidad y el miedo se convirtieron en un hábito y llevaron a la muerte de un hombre por un error médico y a partir de ahí se hicieron cambios de hábitos que cambiaron la cultura de ese hospital.

Los hábitos de las sociedades

Charles Duhigg cierra el libro “El Poder de los Hábitos” explicando cómo influye el cambio de hábitos en la sociedad y hasta qué punto somos responsables de ellos.

El boicot a los autobuses de Montgomery y la Iglesia Saddleback

A través del boicot de autobuses de Montgomery, Alabama, Charles Duhigg explica cómo influye el cambio de hábitos en la sociedad y hasta qué punto somos responsables de ellos.

Ese boicot surgió en parte de los hábitos sociales, que son capaces de cambiar el mundo gracias a la unión de las personas.

La costurera Rosa Parks estaba profundamente vinculada a su comunidad: tenía fuertes lazos con su familia y amigos y débiles lazos con su trabajo como costurera y con sus conocidos de la iglesia. Cuando la policía la detuvo por negarse a dejar su asiento en el autobús a un blanco, la comunidad negra se rebeló.

El reverendo Martin Luther King Jr. y otros líderes crearon “un sentido de pertenencia” a su causa y movilizaron a los residentes negros en la lucha por los derechos civiles.

Del mismo modo, un joven pastor llamado Rick Warren construyó su mega iglesia Saddleback en California en parte gracias a la costumbre social.

El objetivo de Rick Warren, según “El Poder de los Hábitos”, era hacer que el compañerismo fuera más social y menos laborioso, enseñando a la gente hábitos de fe.

Creó pequeños grupos que se reunían fuera de los servicios dominicales. La gente leía y estudiaba la Biblia, y discutía las dificultades a las que se enfrentaba cada día. De este modo, se apoyaron mutuamente.

Los lazos débiles de la congregación principal se ramificaron en minigrupos con lazos fuertes que construyeron “líderes autodirigidos”, un fenómeno de hábitos sociales.

¿Somos responsables de nuestros hábitos?

La investigación sugiere que si el cerebro no tiene posibilidad de interceder intencionadamente, la respuesta es que las personas no son responsables de sus actos.

Entonces, ¿por qué un hombre que mató a su esposa mientras dormía fue absuelto, mientras que una mujer adicta al juego no lo fue?

Solemos asumir que las personas son responsables de sus hábitos de juego. Y de hecho lo son. Eso es porque la persona eligió apostar, eligió repetir la rutina, hasta el punto de que se convirtió en un hábito, convirtiéndose en una adicción, según Charles Duhigg.

El hombre dormido que mató a su esposa no decidió de ninguna manera hacer eso. Actuó sin conciencia.

Para “El Poder de los Hábitos”, con determinación y convicción, las personas pueden cambiar sus hábitos si son capaces de examinarlos y analizarlos para descubrir pistas, rutinas y recompensas comprensibles.

Libros sobre la creación de hábitos

En el libro Hábitos Atómicos, James Clear explica cómo los pequeños cambios (hábitos atómicos) pueden generar grandes resultados. Según él, los hábitos son el interés compuesto de la mejora personal. Mejorar un 1% cada día genera un cambio gigantesco al final de la jornada.

Para el autor de Hooked, Nir Eyal, hay comportamientos habituales que se realizan prácticamente sin pensar, y cuando el uso de un producto o servicio – como el smartphone o Twitter – se convierte en un hábito, la empresa que lo respalda puede celebrarlo.

Por último, en Despertando al Gigante Interior, el autor Tony Robbins, sugiere que si quieres acabar con un hábito concreto, un método eficaz para hacerlo es asociar ese comportamiento que quieres exterminar con algún tipo de dolor.

¿Cómo puedo aplicar el contenido de “El Poder de los Hábitos”?

No existe una fórmula mágica que cambie automáticamente tus hábitos, pero con tiempo y esfuerzo se pueden moldear los hábitos.

Veamos algunos pasos recogidos en el resumen del libro “El Poder de los Hábitos” que ayudarán en este proceso:

  • Aísla la señal: en cuanto sientas el impulso de hacer lo que quieres, anota instantáneamente 5 cosas – el lugar, la hora, el estado emocional, qué personas están cerca de ti y qué acción se hizo anteriormente. Haga esto unas cuantas veces, observe lo que se repite y entonces tendrá su pista;
  • Identifica la rutina: descubrir la rutina que rodea a ese hábito;
  • Experimenta con las recompensas: intenta saber qué recompensa busca satisfacer ese hábito. Prueba diferentes cosas para saber si la sensación que te provoca es la misma que ese hábito;
  • Ten un plan: una vez que haya identificado la rutina, la recompensa y la señal, tenga un plan de acción para romper ese bucle. Aunque parezca difícil, insiste hasta que este plan se convierta en tu nuevo hábito y lo lleves a cabo automáticamente.

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