El Verdadero Poder – Vicente Falconi

¿Te has parado a pensar que las empresas son como las escuelas, y siempre están aprendiendo en busca de mejores resultados? En este resumen del libro “El Verdadero Poder”, Vicente Falconi muestra que no hay buenos resultados sin conocimiento, y explica cómo adquirirlo y aplicarlo en tu organización.

A través del conocimiento es posible tomar las mejores decisiones, ya no basadas en opiniones, sino en hechos. Los resultados de Falconi demuestran que la gestión no es un juego de suerte o azar, sino una combinación de conocimientos técnicos, método y liderazgo.

¿Listo para entrar en este viaje de aprendizaje y excelencia? ¡Entonces, ven con nosotros!

El libro “El Verdadero Poder”

Lanzado en 2009, y traducido al español en 2012, el libro tiene 165 páginas y aborda los aspectos más importantes para construir una organización exitosa.

Para eso, recorre 10 capítulos que alternan la teoría y la práctica, abordando el enfoque que debe tener toda gestión, los conceptos que sustentan los sistemas de gestión, en qué consiste su método y cómo practicarlo y cultivarlo a través del conocimiento.

¿Quién es Vicente Falconi?

Licenciado por la UFMG, Vicente Falconi es el mayor consultor de Brasil, algunos lo llaman leyenda viva, y no fue por casualidad que recibió este título.

Consejero de Ambev y Gerdau, Falconi buscó en Japón lo que había detrás de la excelencia empresarial de las compañías japonesas. Después de algunos años, regresó a Brasil, y aplicó con enorme éxito aquí lo que aprendió en aquel país, tanto en el sector público como en el privado.

¿Para quién está indicado este libro?

El propio Falconi responde en su libro al decir que está convencido de que los líderes empresariales y gubernamentales podrán tomar de este libro conceptos e ideas que aportarán mucho al desarrollo de nuestro País.

¿Cuáles son los puntos principales del libro “El Verdadero Poder”?

• El verdadero poder es la unión de tres aspectos: la capacidad de análisis, el conocimiento y el liderazgo que lo hace posible;
• El mejor conocimiento se adquiere con la práctica: lee este resumen, pero recuerda de aplicar lo que has aprendido, y siempre vuelves a leerlo si es necesario;
• Solo se gestiona aquello que se mide;
• Para obtener conocimientos a partir de la información, es necesario analizar y sintetizar;
• Saber comunicar es esencial para compartir conocimientos;
• Todos procrastinamos. Después de definir los Planes de Acción, cobra su aplicación.

Factores fundamentales de la gestión

¿Cuál debe ser el enfoque de la gestión?

En su libro “El Verdadero Poder”, Falconi señala que toda gestión debe tener un objetivo que alcanzar. El objetivo de cualquier organización es “satisfacer las necesidades de los seres humanos”, es decir, de los clientes, de los empleados (y de los accionistas) y de la sociedad.

Para lograr estos objetivos, es necesario medir, porque, como dice Falconi, en traducción libre:

“Solo se gestiona aquello que se mide.”

¿Y qué debemos medir? Lo bien que estamos satisfaciendo las necesidades de los seres humanos, y el rendimiento financiero conseguido al hacerlo.

¿Y cómo lo medimos? A través de las métricas de Satisfacción del Cliente, Satisfacción de los Empleados, Satisfacción de la Sociedad y, sobre todo, Desempeño Financiero, ya que nos permiten asimilar las demás métricas en una única unidad de medida: el rendimiento financiero.

Entre las métricas de rentabilidad financiera, la principal es el EBITDA, ya que “dice la verdad sobre la gestión”, mostrando sucintamente si el rendimiento de la empresa en su conjunto es bueno o no.

Ahora que entendemos cuál debe ser el enfoque de una organización, necesitamos conocer los medios para lograr buenos resultados, lo que el autor llama los puntos vitales de la organización.

Los puntos vitales son aquellos en los que tu organización debe ser la mejor del mundo para garantizar su supervivencia en cualquier circunstancia.

En AmBev, por ejemplo, los puntos vitales son los bajos costes y las ventas – toda la empresa vive y siente este compromiso en su rutina diaria; nadie llega a ser, por ejemplo, presidente de la empresa sin haber pasado previamente por el sector de las ventas.

¿Cómo obtener resultados?

Falconi señala tres factores para conseguir buenos resultados en cualquier empresa: liderazgo, conocimientos técnicos y método. Sin el primero, los dos últimos no sirven de nada, porque el liderazgo es lo que lo hace posible.

Los liderazgos débiles conducen a cambios lentos y, en consecuencia, al fracaso de la empresa en la lucha por el mercado. De acuerdo con el libro, liderar es superar los objetivos de forma consistente, con el equipo haciéndolo bien.

Para superar los objetivos es necesario un buen equipo, por lo que el líder debe centrar gran parte de su tiempo en el desarrollo de su equipo. Para que el equipo funcione bien, hay que promover una cultura de la excelencia, en la que todos quieran dar lo mejor de sí mismos y sean recompensados por ello.

El conocimiento técnico es esencial, y debe mantenerse en estándares mundiales de excelencia si la empresa quiere seguir siendo competitiva hoy en día.

Para alcanzar este estándar, Falconi aconseja incorporar a los mejores técnicos posibles como consultores, para que trabajen junto a los empleados de la empresa en la resolución de sus problemas, y así compartan sus conocimientos.

Hay otro conocimiento esencial para las empresas: el conocimiento del método, que no es más que “la secuencia de acciones necesarias para lograr el resultado deseado”.

Como gestionar es obtener resultados, toda gestión necesita de un método.

Pero, ¿cuál debe utilizar tu empresa? El método cartesiano de Descartes, propuesto hacia 1600, que, según Vicente Falconi, consiste simplemente en buscar la comprensión de la realidad, a través de las informaciones y los hechos.

Tomar decisiones basadas en el análisis y la síntesis de las informaciones es tomar decisiones inteligentes. En este sentido, todos los empleados de la empresa deben trabajar siguiendo este método. Unos más, otros menos, según el puesto, pero el método debe ser aplicado por todos.

Método e sistema de gestão

Según el autor, todos los que realmente quieren mejorar su empresa deben estar llenos de problemas.

Puede parecer contradictoria esta afirmación del autor, pero la idea que hay detrás es sencilla: “el problema es un resultado indeseable”, en consecuencia, si no tienes problemas en la empresa, tienes todos los resultados que esperas tener, ¡y no vas a hacer nada para mejorarlos!

Por lo tanto, como gestor, tiene la función de:

1. Garantizar la consistencia de los procesos en tu área;
2. Enumerar, priorizar y resolver los problemas dentro de tu ámbito de responsabilidad.

Es fácil decirlo, pero ¿cómo hacer estas dos cosas?

A través de un método de gestión. Y aquí no tendrás que romperte la cabeza para elegir un método, porque, según Falconi, es único.

Cada consultor que conozca le dará un nombre bonito, pero en la práctica se puede entender como el método PDCA:

• Plan (planificar);
• Do (hacer);
• Check (comprobar);
• Analyse (analizar).

No vamos a entrar en detalles al respecto, después de todo, es un método sencillo de entender pero complejo de aplicar. Toma nota y estudia sobre ello, porque es el alma del éxito de las empresas.

Ya hemos hablado del método, ahora vamos a entrar en otro concepto fundamental: el sistema. De acuerdo con el libro, el sistema es un conjunto de factores interconectados con funciones específicas.

Factores interconectados, recuérdalo. ¿Qué es una empresa sino un conjunto de factores interconectados en busca de resultados? Estas interconexiones son internas – entre las áreas de la empresa – y externas – sus stakeholders.

Aquí es donde fracasan muchas empresas, desde las más grandes hasta las más pequeñas. Si la empresa es un sistema, los resultados de cada área deben dialogar necesariamente entre sí, dando lugar al resultado general de la empresa.

¿Cómo medir si los resultados de cada área están repercutiendo en el resultado general del sistema? A través del sistema de gestión.

Cuanto antes empieces a desarrollar un sistema de gestión, mejor. Esto es exactamente lo que hicieron las industrias automovilísticas japonesas, y lograron un rendimiento excepcional.

Esta jornada de desarrollo de sistemas de gestión lleva años, y no tiene sentido querer “acortar el camino”: las personas toman tiempo para aprender. Un paso a la vez, las empresas que han tratado de aplicar sistemas de gestión más allá de sus capacidades directivas han fracasado miserablemente.

¿Cómo mejorar el rendimiento de una organización?

En el libro “El Verdadero Poder”, Vicente Falconi señala que, para mejorar el rendimiento de una organización, es necesario enfocar sus mayores problemas en tres horizontes:

• Estratégico, vinculado a la organización en su conjunto; 
• Táctico, vinculado a sus procesos;
• Operativo, vinculado a sus operaciones.

La definición de estos problemas – entendidos aquí como los objetivos de la empresa – es un gran reto, pero es lo que dirige los esfuerzos de la empresa en la dirección correcta.

Uno de los consejos de Falconi es que muchas empresas cometen el error de definir sus problemas como una “falta” de algo, como “la falta de capacidad productiva”. En este caso, sería mejor definirlo como “la incapacidad de satisfacer la demanda”, ya que esto permitiría un análisis mucho más amplio del problema.

Todos los problemas deben ser estratégicos, o sea, relacionados con la supervivencia de la empresa a largo plazo, según sus directrices. Esto evita que algunos gestores definan objetivos relacionados únicamente con sus áreas, que no generan resultados para la empresa.

Según Katsuya Hosotani, en traducción libre:

“Las metas existen para reducir la distancia entre el real y el ideal.”

Vale, pero ¿cómo establecer las metas?

Hay algunas prácticas de gestión que facilitan la fijación de metas:

1. Determinación de las brechas de la empresa, o sea, la diferencia entre el valor actual de un indicador y su valor ideal;
2. Priorización de los problemas. Los problemas a los que hay que dar prioridad son casi siempre los financieros, y cuando no lo son, serán los prioritarios para la empresa. Para Amazon, por ejemplo, un problema prioritario es hacer entregas rápidas.

El método de gestión

Análisis de sistemas (o análisis de empresas)

Según la obra, el objetivo del análisis y la síntesis es reducir las incertidumbres en la toma de decisiones.

Es un hecho que hoy en día hay muchos datos e informaciones disponibles. Las empresas que son capaces de utilizar esto para analizar, o sea, para conocer la verdad de los hechos, toman las mejores decisiones y se mantienen en el mercado.

Pero, después de todo, ¿cómo hacer este tan mencionado análisis?

Una de las formas es mediante representaciones simplificadas de la realidad, conocidas como modelos.

Del mismo modo que modelamos los fenómenos de la naturaleza para entenderlos, también debemos modelar los sistemas empresariales, para resolver sus problemas.

Todo modelo debe tener definido su “objetivo”, es decir, el sistema que se va a modelar. Dicho objetivo debe ser amplio, al principio, y converger a medida que se conoce el sistema. Los buenos modelos son aquellos que solo con mirar ya entendemos.

Una vez modelado el sistema y definidas las metas, podemos pasar a la fase de Planificación (planes de acción) para alcanzar esas metas.

La planificación es básicamente evaluar qué modificaciones pueden hacerse en un sistema modelado para mejorar sus resultados.

CONSEJO: los modelos se crean para comprender situaciones complejas – muy comunes en las empresas – y así solucionar problemas. Pero si para un determinado problema su empresa ya entiende la situación, sin un modelo, ¡genial!

¿Cómo realizar el análisis?

Normalmente pensamos que tenemos que tener una respuesta en la punta de la lengua para resolver cualquier tipo de problema planteado. Cálmate, no es así. Hay problemas que necesitan ser analizados primero.

En su libro “El verdadero poder”, el autor señala algunos métodos para realizar este análisis, siguiendo tres pasos que van desde la alta dirección hasta la planta de producción:

• Análisis Funcional: analiza las funciones del sistema donde se encuentra el problema;
• Análisis del Problema: se realiza para dividir un gran problema en otros más pequeños, permitiendo estratificarlos para cada nivel de la organización, y priorizarlos; 
• Análisis del Proceso: busca efectivamente resolver cada problema menor, desplegado por la fase anterior, a través de procedimientos técnicos.

Conforme se adquiere experiencia en el análisis, más rápida y eficazmente se resuelven los problemas de la empresa, a través de recursos, modelos y estadísticas. El mayor ejemplo es Toyota, que emplea una media de 15 días para resolver sus problemas.

Esto no fue gratis, tienen un ejército de analistas con Ph.D. en estadística, y una base de datos históricos completa y estructurada para analizar cualquier problema. Falconi lo deja claro a los gerentes y directores: “sigan el ejemplo de Toyota”.

Como conduzir as melhorias na organização?

Cambiamos para mejor a través de metas, métodos y una buena Gestión de la Rutina. Las metas nos dirigen hacia dónde cambiar, el método nos orienta sobre cómo hacerlo, y la Gestión de la Rutina garantiza una operación estable, homogénea y estandarizada.

Una forma eficaz de cambiar es adoptar lo que Falconi denomina “Mejores Prácticas”: esto consiste básicamente en replicar las buenas prácticas de la organización, o de fuera, en otros departamentos.

Suena bastante sencillo, ¿verdad? Pero recuerda que copiar también requiere competencia.

Para que los cambios se produzcan realmente, es necesario finalmente ejecutar las acciones, lo que se garantizará mediante el “Check” del PDCA, o sea, la comprobación y el cobro de la ejecución de los Planes de Acción por parte de los responsables.

¿Cómo operar con resultados estables?

Los gerentes acaban preocupándose demasiado por ofrecer resultados y se olvidan de la rutina, pero el autor deja claro que sin un operación estable no hay resultados de excelencia.

Funciona como nuestros hábitos, poco a poco, cada día, llegamos mucho más lejos que con grandes esfuerzos aleatorios y momentáneos, ¿no es así?

Por lo tanto, recuerda: un buen líder no es aquel que resuelve la mayor cantidad de problemas, sino el que se asegura de que sus seguidores operen de manera estable, evitando los problemas.

Por último, para cultivar el conocimiento, la cosa más importante para cualquier organización, es necesario que:

1. Propón metas que desafíen a los empleados a buscar nuevos conocimientos;
2. Cambia sus puestos de acuerdo con sus habilidades, para que desarrollen nuevas competencias.

Otros libros sobre gestión

En el libro “El Ejecutivo Eficaz”, Peter Drucker, autor que inspiró la gestión de las organizaciones modernas, alerta sobre el hecho de que algunos ejecutivos acaban sumergiéndose demasiado en los datos generados por la propia organización, sin prestar atención al hecho de que es un sistema interconectado con otros sistemas.

En “Winning”, Jack Welch señala la franqueza como el mayor secreto del éxito en un negocio, ya que enriquece las discusiones, aumenta la velocidad de la toma de decisiones y reduce los costes. Básicamente, nos permite tratar los hechos tal y como son, como en un proceso de análisis propuesto por Falconi.

Por último, Pedro Mandelli en “Muito Além da Hierarquia”  explica cómo conducir la autogestión, convirtiéndose en un gestor más allá de la jerarquía. Estos gestores forman a las personas para la empresa, y no para su área, definen objetivos claros y ponen todo su conocimiento a disposición del equipo, para que se autogestione.

Vale, pero ¿cómo puedo aplicar eso en mi vida? 

El libro aporta tantos aprendizajes que no sería posible recogerlos todos en esta lista, pero sí los más importantes:

• Adquiere conocimientos mediante el análisis y la síntesis de las informaciones;
• Rediseña constantemente los tres niveles del sistema empresarial: organización, procesos y operaciones, en función de los conocimientos adquiridos;
• Utiliza los modelos como medio de análisis;
• Practica una buena comunicación, ya que es esencial para transmitir los conocimientos;
• Reproduce las buenas prácticas de un área de la organización a toda la empresa, es la forma más práctica de difundir el conocimiento.

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Según Falconi, existe y siempre existirá un amplio campo de avance para las empresas.

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